Territorio y política
Grecia:
Los griegos expandieron su territorio fue un efecto causado por factores económicos, tomando en cuenta, que la geografía de Grecia no les abastecía con todos los recursos necesarios, contribuyendo el acaparamiento de las tierras en pocas manos.
La colonización griega incluye los siguientes efectos:
- La esclavitud se extendió por toda Grecia, ya que el comercio facilitó la compra de esclavos de diferentes tierras cercanas y/o lejanas.
- Se construyen barcos más ligeros lo que permite el desarrollo de la navegación,
- El comercio aumentó, ayudando al desarrollo de la industria griega (artesanías principalmente).
- Aparece y se esparce el uso de la moneda, lo que simplificó las relaciones comerciales entre tierras.
- Se difundió la cultura griega, tornándose en una de las civilizaciones más desarrollada para la época.
La familia fue el centro político, económico y cultural de la sociedad griega, aunque fueran de tamaño reducido. Los griegos se organizaron en ciudades-estado llamadas polis. Cada polis era independiente de las otras polis, autónoma en términos legales, con leyes o Constitución propia, pero todas pertenecían a Grecia. No tuvieron una ciudad capital desde la cual se tomaran todas las desiciones.
Roma:
Roma conquistó mucho territorio entre ellos: Grecia, Persia, Galia, España, parte de Alemania, norte de África, Egipto, entre otros. En el siglo III a.C. Roma dominaba toda la Península Itálica y logra el control del Mediterráneo.
Algunas consecuencias son:
· Extendieron su dominio a los reinos helenísticos.
· Después de la conquista de Grecia, inician las guerras púnicas, una guerra entre Roma y la ciudad fenicia de Cartago durante 100 años, las cuales concluyen con la conquista de Cartago, la que se convierte en una provincia romana.
· Egipto se convierte en parte del territorio romano en el 27 a.C.
· La península Ibérica fue anexada (fue llamada Hispania).
· Toda esta expansión ayuda a la concentración del poder político y económico en pocas manos, sobre todo a los jefes militares que ganaron prestigio y empezaron a participar en política.
Política:
Roma se dividió en tres periodos: la Monarquía, la República y el Imperio:
La Monarquía: duró desde el 773 a.C hasta el 509 a.C. Al principio, fue gobernado por un rey (vitalicio), jefe religioso, civil y militar. No tenía el poder absoluto sino que estaba limitado por el Senado y la Asamblea. La sociedad se organizó basado en su riqueza. Termina cuando la aristocracia latina expulsan a los etruscos e inicia la República.
La República: empezó en el 509 a.C hasta el 27 a.C. Durante la época, Roma tuvo un gran éxito en relación con sus conquistas, adquirió experiencia política y expandió su poderío comercial. El proceso se caracterizó por un proceso democratizador.
Debido a las luchas entre patricios y plebeyos (dos clases sociales más sobresalientes), ellos obtuvieron la igualdad de derechos paulatinamente.
Los Patricios: Formaron parte del grupo social y político fuerte. Ellos ocuparon cargos públicos, conocían la ley y acapararon la actividad comercial.
Los Plebeyos: La mayoría de la población, carecían de derechos políticos, no conocían las leyes, por lo que si cometían un delito, no sabían la sanción que les sería aplicada.
Los plebeyos lucharon desde la Monarquía por sus derechos políticos, económicos, legales y religiosos. Luego de violentas y duraderas peleas entre patricios y plebeyos, los más pobres obtuvieron algunos beneficios que cambiaron drásticamente a la sociedad.
El Imperio: (31 aC-235 a C)
Se creó el primer triunvirato, para evitar que el poder se concentrara en una sola persona, aunque este falló debido a la ambición de sus integrantes y más tarde volvió a ocurrir con otro triunvirato, dejando como primer emperador a Octavio, luego conocido como César Augusto. La época se distinguió porque todo el poder estuvo en manos del Emperador y del Consejo de Príncipes, integrado por funcionarios, elegidos por el mismo emperador. César Augusto trajo la "Pax Romana" que se trata de la época más pacífica que tardó un siglo. Con el fin de aprovechar al máximo los recursos de las zonas conquistadas y tener un mejor control de los tributos, el Imperio Romano se divide en provincias y en cada una existía un gobernador que era nombrado por el senado o el emperador (misma lógica de las ciudades-estado de Grecia).




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